PIRÁMIDE DE LA SALUD Y BELLEZA DE LA PIEL

Los y las mayores exponentes en dermatología a nivel mundial desarrollaron una “Pirámide de la Salud y Belleza de la piel”, esta pirámide simplifica la elección de los pasos en la rutina de cuidado y la elección de los productos tópicos que permiten obtener el mejor cuidado de nuestra piel, y cuyo objetivo son:

  • Tratar los efectos del fotoenvejecimiento.
  • Dar un orden jerárquico a los productos con respecto a su impacto en la piel y su efecto beneficioso.
  • Servir como referencia para la elección de los productos, sin comprometer el cuidado básico y esencial de nuestra piel.

LA PIRÁMIDE

En esta Pirámide, similar a la pirámide alimentaria, se colocan y ordenan los tratamientos en función de su importancia, siendo la base de la pirámide la protección, la parte media la transformación y la punta de la pirámide (la cereza en el pastel) la optimización.

La ventaja de esta pirámide es que quedan de forma más clara las prioridades a la hora de establecer una rutina del cuidado de la piel.  

Esta herramienta fue creada por una serie de dermatólogos punteros y revisada y publicada en la revista científica Journal of Drugs and Dermatology y se estructura de la siguiente manera:

 

 

1. PROTECCIÓN

FPS (protectores solares), Antioxidantes y Enzimas

Este paso fundamental es la base para mejorar la belleza y la salud de la piel a largo plazo y debe realizar diariamente, ya que debemos proteger nuestra piel frente a las radiaciones solares, que son las responsables del envejecimiento prematuro de la piel.

Debemos tener presente en nuestra rutina diaria el uso de protectores solares, todos los días del año, y no debemos olvidar la re aplicación del protector al menos cada 3 horas a lo largo del día. NO vale de nada aplicar un protector solar a las 8 de la mañana y luego desentenderse, ya que su efecto se va perdiendo a lo largo del día.

Este paso no es negociable. De lo contrario, todos los productos de tratamiento para transformar la piel, no resultarán eficaces por la acumulación del daño producido por la exposición a las agresiones medioambientales y el ozono, que es el precursor de los radicales libres, que son los responsables del daño oxidativo. Ya que van impactando en la piel y dañando nuestro ADN.

 

 

2. TRANSFORMACIÓN

Retinoides y AHAs

Para una piel saludable y en estado óptimo debemos usar productos que nos ayuden en la transformación de nuestra epidermis.

Si observamos al microscopio una piel fotodañada aparecen las siguientes características:

  • La capa más superficial un poco engrosada: piel áspera, gruesa y opaca.
  • Fibras de colágeno y elastina fragmentadas: piel con falta del elasticidad y arrugas.
  • Disminuye la regeneración celular: falta de luminosidad.

Los mecanismos para solucionar estos problemas son:

  • Los Retinoides: Merece la pena que sepas que el ácido retinoico es una de las moléculas que cuenta con una mayor evidencia científica en la lucha contra el envejecimiento.
  • Alfahidroxiácidos (AHAs): Seguro que has oído hablar de el ácido glicólico o el ácido salicílico. Son activos que realizan la función de exfoliar la piel, que elimina las células muertas y favorece la renovación celular, mejorando el tono y aspecto de la piel. Luchan contra las arrugas, favoreciendo la eliminación de manchas.
  • Despigmentantes: son activos que nos van a ayudar a disminuir y aclarar los diferentes tipos de manchas producidas como consecuencia del fotoenvejecimiento.

 

 

3. OPTIMIZACIÓN

Péptidos y Factores de Crecimiento

La parte superior de la pirámide vendría siendo la cereza del pastel. Una vez que la base y la parte media están cubiertas estos productos vendrían siendo el top para lucir una piel radiante:

• Péptidos: Sustancias de muy diversos tipos, que además cuentan con diversas funciones, desde aumentar la formación del colágeno y la elastina que vamos perdiendo con la edad, o incluso reparar tejidos. Actúan como señales internas para que la fábrica de proteínas las vuelva a producir.

Factores de crecimiento: Mejoran el aspecto de la piel, ya que al igual que los péptidos entre sus acciones se encuentra aumentar la producción tanto de colágeno como de elastina.

Ambos son los activos que optimizan los resultados, actuando como los últimos retoques para el cuidado de la piel. Un buen ejemplo de esta cereza en el pastel son los productos hechos a base de células madres que ayudan a regenerar los tejidos y estimular la creación de colágeno.

 

 

Si organizás tu rutina de cuidado de la piel en función de la pirámide y elegís dermocosméticos y productos de calidad, de la mano de un especialista en dermatología… ¡vas a lucir una piel espectacular!.

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